Se me olvidó contaros en mis entradas anteriores que este fin de semana estaba sin calefacción porque había un problema con el calentador. Así que he estado un poco helado, porque no tenía ni siquiera agua caliente.
Afortunadamente, hoy he hablado con David, mi casero, y él ha contactado con el fontanero, que ha venido inmediatamente y me ha arreglado la calefacción. El problema era que una de las piezas estaba rota, y entonces la presión bajó por seguridad. Por eso no tenía ni gua caliente, ni calefacción.
El técnico ha cambiado esta mañana la pieza, y por fin puedo disfrutar de una casa caldeada. Y no sabéis que gozada, después de haber estado helado estos días, disfrutar de una temperatura agradable.
Y bueno, ahora os dejo que me voy a acercar a la biblioteca de mi barrio, que el otro día me hice socio y ví que tenía cosas bastante interesantes.
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