domingo, 2 de octubre de 2011

Llegada a Beatleland

Os escribo esta entrada desde el hotel Days Inn de Liverpool, lo que significa que por fin, después de tanto tiempo de espera, ya estoy en la ciudad que vio nacer a los Beatles.

Os voy a contar mi fin de semana, porque creo que es bastante divertido empezaré por viernes por la tarde. Ese día organicé una barbacoa en el patio de la asamblea de Cruz Roja de Azuqueca, ya que era la mejor forma de despedirme de todos los compañeros y amigos que tengo allí. Estuvo genial, porque la carne estuvo buenísima (con el toque incomparable del gran chef Eduardo), y bebimos tinto de verano, refrescos, cerveza. Hubo risas, buen ambiente y sobre todo, alegría.

Después de eso, quedé con Vanesa, ya que se acercó por allí acompañando a Sumi, y me fuí con ella a Back In Black (nuestro definitivo sitio de quedadas nocturnas en Azuqueca, junto con La Celes), donde nos tomamos una cerveza y nos fuímos pronto a casa, ya que Vanesa madrugaba para ir a vendimiar, y yo iba a comer a Cerezo de Mohernando con parte de mi familia.

Pero lo divertido comienza el sábado. Después de volver de Cerezo, y haber disfrutado de una rica paella (cómo la voy a echar de menos, Dios mío), volví a casa a las 7 de la tarde. Y ahí comenzó el estrés. Me pasé por Las Palmeras, ya que quería despedirme de la gente de allí, tanto de mis compañeros como de algunos de los abuelos que residen allí, y tras la visita breve pero intensa llegué a casa y terminé de llenar las maletas. No me cabía nada.

Después de media hora sufriendo y varias reestructuraciones de la maleta, entre mi madre y yo pudimos cerrar la maleta que iba a facturar, lo que para mí fué un alivio. De todos modos, esta tarde he tenido que pagar 12 euros de penalización por sobrepeso (me pasaba un kilo y medio, tampoco se iba a notar tanto). Malditos timadores de Easyjet.

Retomando el sábado, me duché, me cambié de ropa y salí de fiesta con Alberto, Vanesa y Sumi. Fue una noche épica, disfrutamos muchísimo de nuestras últimas horas juntos, y hubo momentos emotivos. Entre los tres me hicieron emocionarme, ya que me demostraron su cariño y me dijeron que me iba a echar de menos. Yo también a ellos, eso seguro.

Hoy ha sido un día agotador. Hemos comido pronto, y hemos llegado al aeropuerto con tiempo de sobra para facturar, pasar el control policial y llegar a la puerta de embarque. Cómo llevaba varias capas de ropa, casi entro en estado de deshidratación en el aeropuerto, pero bueno.

He accedido al avión puntualmente, y me he quedado traspuesto, aunque he dado varias cabezadas. Cuando he llegado a Liverpool el panorama me ha deprimido un poquito: del sol y el buen tiempo de Madrid, he pasado a un clima lluvioso, cielo gris, y fresquito.

He esperado un poco en la salida del aeropuerto, enfrente del Yellow Submarine (sí, hay una maqueta frente a la puerta de Aeropuerto Liverpool - John Lennon), y al poco tiempo ha llegado un taxi, que he decidido compartir con otro chico español que también viajaba solo. Se llama Carlos, y estará aquí hasta junio ya que ha venido a hacer un Erasmus de Periodismo por la University of Liverpool. Es bastante majo, y nos hemos intercambiado teléfonos, que nunca viene mal.

Y bueno, hasta aquí mi fin de semana caótico. Abajo podéis ver algunas fotos de mi habitación, que está muy bien. Ahí os dejo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario