Muchos de vosotros, lectores, sabréis que me encuentro de vacaciones en Madrid, visitando amigos, familiares y demás, desde el pasado día 30 de julio. Mañana tocará volar de nuevo a Liverpool, por lo que pasaré de 37 a 22 grados en cuestión de tres horas. El caso es que será divertido. Ya os contaré qué tal.
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