Esa zona me encanta, ya que te da la sensación de estar en otro lugar, con sus casas de colores variados, que al final de la calle se convierten en grandes mansiones. Para que os hagáis una idea, aquí tenéis dos fotografías de las mansiones que os comento, que además están enfrente de un parque precioso con vistas la mar.
Bueno, como veréis son unas casas impresionantes, mi favorita es la de la foto de abajo. Preciosa, ¿verdad?.
Y dejando ya de ponernos los dientes largos, os voy a contar una curiosidad que demuestra una de las muchas peculiaridades de los ingleses. En el parque que os comentaba antes, el que está enfrente de las mansiones, he encontrado los siguientes carteles:
El primero creo que es más visual, y aunque no sepas inglés puedes entender a qué se refiere. Es un cartel que prohíbe el consumo de alcohol en los parques y zonas públicas (vamos, como en algunas zonas de España), bajo una multa de 500 libras. Vamos, creo que sale más rentable irte a un bar, que además seguro que se está más cómodo y más calentito.
El segundo, como veréis, se traduciría como "Esto no es un váter para perros, es un parque público". Bastante curioso y contundente, una buena manera de avisar de que los perros no deben dejar sus excrementos en el parque. Los ingleses es que son así.
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